Presentamos resultados de estudio de género y estamos ¡listas para recorrido de diseminación!

El jueves, 3 de marzo tuvimos el honor de co-facilitar un almuerzo sobre la medición de resultados de género para las microfinanzas en la reunión de inversionistas del SPTF (Social Performance Task Force) auspiciada por Deutsche Bank en Nueva York.  En esta actividad, Barbara Magnoni estrenó los resultados de nuestro estudio sobre el género y liderazgo de las instituciones de microfinanzas en Latinoamérica y el Caribe, una colaboración entre el BID/FOMIN y Calmeadow Foundation. Hasta el día este estudio ha sido resumido en una infografía y presentado en el FOROMIC 2015, en las oficinas del BID en Chile, y en la semana de inclusión financiera (FI2020 Week) del Centro para la Inclusión Financiera de Acción (ver aquí).  Para el 2016, planeamos un interesante y extenso recorrido de diseminación, en colaboración con el BID en Centro y Sur América.  Asimismo, en el próximo mes se publicará la versión extendida del reporte en el portal de conocimiento del FOMIN. Si tienen interés en diseminar el estudio en su país, ciudad o institución, ¡contáctennos y les podemos ofrecer material de apoyo! Abajo podrán leer un interesante aporte editorial de Barbara Magnoni sobre el estudio, publicado en el Microcapital Monitor de febrero.

Los modelos de negocios inclusivos “comienzan por casa”

Recientemente he tenido el gusto de participar en un interesante estudio de mujeres y liderazgo en microfinanzas en América Latina y el Caribe, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la fundación Calmeadow, y elaborado por EA Consultants y Andares, Mujeres para las Microfinanzas, una red de mujeres profesionales que trabajan en el sector. Tras encuestar a 136 instituciones de microfinanzas (IMFs) en América Latina y el Caribe (ALC), encontramos lo que se denomina una estructura “piramidal” en el liderazgo de la mujer. Mientras que en promedio, las mujeres representan el 53% de las planillas laborales de las IMFs en ALC, solo el 39% de las altas gerencias y el 31% de los puestos de las juntas directivas, está compuesto por mujeres. Las mujeres presidentas de directorio fueron aún más escasas, solo el 18% de esos puestos estaba ocupado por mujeres.

Así mismo, estos promedios ocultan algunos detalles importantes. Primero, esta estructura piramidal es más angosta en las instituciones reguladas que en las no reguladas. También encontramos discrepancias por regiones. Por ejemplo, en Colombia, el 55% de los directores (CEOs) y el 51% de las altas gerencias son mujeres, mientras que en Bolivia, el porcentaje se reduce a 10% y 21%, respectivamente. Pero, ¿por qué estos hallazgos son importantes? Un estudio realizado por la consultora internacional McKinsey and Company encontró que la diversidad de género en el liderazgo de las empresas está relacionada con un 15% mayor probabilidad de ser rentable. Si bien este es un importante hallazgo, para mí, la importancia de la diversidad de género en el liderazgo va más allá de la rentabilidad. 

En microfinanzas, un sector que tiene como objetivo incluir a los excluidos y generar valor agregado, esperamos construir modelos que van más allá de la generación de valor financiero, modelos que generen valor social. Buscamos que las mujeres utilicen los servicios financieros, para que estas obtengan los beneficios de su uso e, idealmente, se empoderen en el camino. Este es un objetivo ambicioso pero no utópico. Tras entrevistar cientos de clientes de microfinanzas a lo largo de dos décadas, estoy convencida de que es posible lograrlo. Entonces, ¿cuál es el vínculo entre incluir a las mujeres en el liderazgo e incluir mujeres en el sector financiero? Nadie entiende mejor la importancia que Ingrid Mogrovejo, Presidenta del Directorio de Espoir en Ecuador: “Si nuestra finalidad es apoyar a las pequeñas empresarias, a las medianas empresarias, hay que empezar por la casa, porque sería una contradicción el apoyo a las jefas trabajadoras mujeres y no tener también personal femenino…creo que hay que ir de la teoría a la práctica y se empieza desde la casa”.

Pero, si estos hallazgos todavía no lo han convencido, tome en cuenta que, cuando la inclusión queda muy en el final de la lista de prioridades de la alta gerencia, la exclusión puede dañar la imagen de la IMF como negocio socialmente responsable. Si bien nuestro estudio cualitativo encontró algunos pocos casos de discriminación explícita, halló muchos caos de sesgos implícitos y pobres prácticas en los procesos de contratación y promoción, que podrían estar afectando a la mujer. Esto es especialmente importante en microfinanzas, donde el crecimiento del liderazgo de la mujer probablemente provendrá principalmente de dos fuentes en las próximas generaciones: promociones internas y contrataciones externas desde otros sectores (debido a que existe actualmente un conjunto muy reducido de líderes mujeres en el sector).

El estudio titulado: “Empezando por Casa: El Liderazgo Femenino en las Entidades de Microfinanzas en América Latina y el Caribe”, será publicado a finales de marzo, mes en el que se celebra el Día Internacional de la Mujer. Los invito a considerar el estudio como punto de partida para reflexionar sobre modelos de negocios inclusivos que “comiencen por la casa”, desde dentro de la organización, para luego mirar hacia afuera.